viernes, 31 de diciembre de 2010

LA UNIVERSIDAD PATRIMONIO DEL PUEBLO Y NO DE NINGUN PARTIDO POLITICO


                                                                      Por Euclides Fuentes Arroyo
     En su escalada irrefrenable contra la libre expresión, materializada a través del arresto del periodista Carlos Núñez y las amenazas, incluso de muerte, contra una nutrida lista de colegas de la profesión, así como condenas a quienes luego fueron “indultados”, amén del pretendido cerco de hambre mediante presiones a los dueños de los medios de comunicación social, el gobierno presidido por Ricardo Martinelli, utiliza ahora el abuso de vetar la publicidad de una universidad que es patrimonio del pueblo y por lo tanto no puede convertirse en propiedad privada de ningún partido político.

     La Universidad Especializada de las Américas (UDELAS)hace ya más de seis meses otorgó una pauta de divulgación al programa dirigido por el suscrito que va al aire todos los miércoles de 11:00 a 12:00 del día por la cadena nacional de Radio Mía. Como quiera que para hacerse efectiva la transmisión de la misma el trámite burocrático implantado por el Ejecutivo desde hace un par de años a esta fecha, señala que la misma debe ser refrendada por la Secretaría de Comunicación del Ministerio de la Presidencia.

     En otra medida ilegal y caprichosa, dicha pauta fue negada por dicha Secretaría, sin otro criterio que el de aplicar restricciones a las pautas de los profesionales del periodismo que no cantan loas a los funcionarios del régimen.  en represalia por los versos y artículos que me publican en un medio impreso  y que además incluyo en el blog que mantengo por internet.
      No tenía un mes dicha página cibernética cuando mi correo electrónico fue saboteado por un “hacker” que de paso introdujo un virus que mantiene el equipo inutilizado hasta que este servidor pueda resolver el problema de asumir su reparación o comprar una nueva computadora.
     Corro traslado de esta denuncia al Consejo Nacional de Periodismo cuyo Presidente también está en la lista de los profesionales del periodismo perseguidos por  la defensa de los derechos humanos de la ciudadanía, sino también del Sindicato de Periodistas de Panamá, el Colegio Nacional de Periodistas y todos los componentes de las organizaciones cívicas y sociales de esta capital.

      Quienes trabajamos como periodistas desde la minoría de edad hasta la fecha, siempre hemos cumplido con pagar impuesto sobre la renta, seguro educativo y otros tributos ordenados por el aparato gubernamental. En estas condiciones no podemos guardar silencio cuando la presente administración se extralimita al impedir que una universidad que es patrimonio del pueblo panameño se maneje desde el Palacio de las Garzas como si se tratase de una empresa privada más de quienes, no contentos con asfixiar al pueblo mediante el alza constante de la canasta básica familiar, trata de impedir ahora que un centro de enseñanza superior cumpla la sagrada misión de utilizar los canales radiofónicos para enviar su mensaje de educación y de cultura.

       Durante las pasadas administraciones tanto de la ex Presidenta Mireya Moscoso, como del Dr. Ernesto Pérez Balladares y el Lic. Martín Torrijos, la publicidad de estas entidades autónomas jamás fue utilizada como arma de represalia política. Es más, comentaristas de radio y televisión cuya línea estuvo identificada con corrientes de oposición partidista, contaron con la publicidad de estamentos gubernamentales que precisan de la radio para difundir su trabajo porque se trata del  medio reconocido como el que más penetra y cubre a la población de toda la geografía nacional. Se trata pues de un precedente funesto que merece ser denunciado por el periodismo de nuestra Patria no sólo a nivel nacional, sino internacional. En lo personal no aspiro a obtener publicidad de parte del gobierno de Martinelli cuando se trate de propaganda  de carácter político, pero la divulgación de temas que eleven el nivel de conocimiento de nuestros conciudadanos, establece la diferencia.


 Panamá 30 de diciembre de 2,010

lunes, 27 de diciembre de 2010

LOS FUEGOS ARTIFICIALES Y FATUOS DEL DISCURSO DE LOS ECONOMISTAS

    por Euclides Fuentes Arroyo 

 El brillo multicolor de los fuegos artificiales que por apenas unos cuantos segundos fascina a los ojos de los humanos en días festivos, es similar al discurso de casi todos los economistas del neoliberalismo que a diario nos hablan de un crecimiento económico que nunca podrán palpar nuestros pueblos depauperados por el sistema que los agobia.
    Recientemente volvimos a toparnos con la exageración de estas fantásticas teorías, esbozada por un conferencista sudamericano invitado a “ilustrar” a periodistas sobre temas tan áridos y controvertidos como la cuestión  económica y, de paso, las amenazas y retos de la libertad de expresión. Con aire doctoral para una audiencia cautiva en los eufemismos del lenguaje del experto economista,  afirmó que la pobreza ha disminuido en los últimos años porque estamos siendo testigos del crecimiento económico en casi todos los países del subcontinente. Pero, “crecimiento económico” para quien, preguntó atinadamente un colega  señalando que en las calles el aumento que se nota es el de la actividad informal porque cada día asciende el número de menesterosos y personas que tienen que vender algo para obtener el pan nuestro de cada día embaucando a veces a un consumidor intemperante.
    Depende de cómo mire usted el vaso, respondió el economista, usted puede verlo medio lleno, o medio vacío pero las estadísticas así le demuestran, que sí hay tal cosa. El cielo iluminado por fuegos artificiales vino a mi mente. Es real que crecen las cuentas bancarias, por ende el aumento económico, no de las grandes masas de ciudadanos faltos de recursos, sino de una élite minoritaria que tiene el potencial para invertir en la apertura de negocios, en expandir sus empresas financieras, bancarias, aseguradoras y que pintan el panorama del boom de la construcción con su proliferación de rascacielos.
    Si bien es cierto que este auge económico se traduce en mayor número de plazas de trabajo para el hombre de a pie y en consecuencia hay niveles de reducción de la pobreza, es justo reconocer que la pésima distribución de esa riqueza no produce  equilibrio  entre los pocos que tienen mucho, muchísimo, y los muchísimos que tienen poco o  nada.  Se multiplican los edificios gigantescos y las exclusivas barriadas de mansiones fastuosas, que han empujado a una golpeada clase media a vender sus propiedades y desplazarse hacia las nuevas barriadas marginales al este y oeste de la provincia de Panamá. Ya su poder adquisitivo ha sido mermado por la carga impositiva que a partir del año 2,009 puso sobre sus hombros una administración elogio de la locura.  El censo de población tan pésimamente realizado que no se conoce  cuantos habitantes tiene Panamá, no deja saber el número de pobladores y su realidad en materia de haberes y carestías. Se pasa por alto que es, precisamente, la gente más humilde la que cada día se llena más de hijos pues no hay ninguna política estatal que regule el desajuste social No hay la menor consideración con un sector importante de la sociedad, los jubilados, que justamente en el último año ven reducido su ingreso como tales, gracias a las medidas tributarias que hicieron recaer sobre las mayorías el pago de impuestos que, claro está, sí pueden pagar los siempre ricos y los nuevos multimillonarios del régimen que impuso la nefasta moda de las contrataciones directas y la eliminación del control previo. Como si fuera poco una deficiente administración del ente de  seguridad social obliga  a la ciudadanía a gastar lo que no tiene porque no hay ni medicamentos y mucho menos una adecuada atención a los que desdichadamente enferman. Esto se debe a que su Gerencia está pendiente no del servicio honesto a la población, sino de donde pueden salir negociados como la compra de corredores con el dinero de los asegurados o la adquisición de vehículos costosos e innecesarios, amén de lo que pueda resultar de la computarización.

     Me dice un entrañable amigo que analiza que ese “crecimiento” del que nos hablan con no disimulado entusiasmo los tecnócratas del capitalismo salvaje, es como cuando usted siembra un árbol y al verlo crecer nota que el tronco está abultándose pero que las ramas flacas se doblan hacia el suelo.  La savia que nutre la planta sólo alimenta al tronco y todo el ramaje carece de ese nutriente para fortalecerse. Así señala, gráficamente, la mentira piadosa de quienes pretenden embaucarnos con la terminología engañosa del discurso economicista.

martes, 7 de diciembre de 2010

EL PERIODISMO TIPIFICADO COMO DELITO

por Euclides Fuentes Arroyo
     La divulgación de los asesinatos perpetrados por soldados estadounidenses de dos periodistas de la agencia Reuters y otros civiles en Irak, por parte de Julian Assange a través de su sitio Wikileaks  en internet, han servido para que los voceros del imperio hayan decretado tipificar como delito la tarea del periodismo comprometido con la sagrada norma ética de divulgar la vedad.
    La complicidad de casi todos los gobiernos del planeta con los excesos de un verdadero terrorismo de Estado, que es el que practica el gobierno de Estados Unidos con sus invasiones a países de todos los continentes del mundo a quienes ellos someten para satisfacer sus muy particulares intereses, ha quedado al descubierto con las documentadas informaciones que, para bien de una humanidad no subordinada a la mentira, ni a la propaganda imperial, ha diseminado por todo el planeta el colosal trabajo del periodista Assange.
   Porque no sólo Wikileaks nos ha enterado de los crímenes de guerra perpetrados por la soldadesca yanqui en Iark y Afganistan,  y de finales del 89 e inicios del 90 en Panamá, hechos por mucha gente conocidos pero no divulgados en sus detalles sino hasta ahora, sino que evidencian el grado de abyección de los conductores de países que no se han erguido para poner un alto a la entronización de la conducta criminal en sustitución de la diplomacia y el ejercicio de las relaciones internacionales.
     Y precisamente por denunciar que, al igual que en Panamá cuando la invasión genocida ejecutada por George Bush padre ultimó a tiros a un corresponsal español,  ahora revela nuevos crímenes de guerra, e intromisiones intolerables, cercenando el  derecho de los pueblos a la autodeterminación, el todopoderoso régimen de la Casa Blanca pretende sentar cátedra de prepotencia tipificando como delito de lesa humanidad el ejercicio de ese periodismo que hace de la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, su razón de ser.
    A Julián Assange no basta con amenazarlo de muerte, perseguirlo, bloquearle su espacio cibernético e inventarle procesos; se le quiere demonizar en una maniobra que muestra el cinismo de un fascismo resucitado que amenaza con reeditar los horrores de la Segunda Guerra Mundial, esta vez desde las cercanías de nuestros pueblos latinoamericanos. Cobra actualidad aquella sentencia que se le escuché alguna vez a un hermano mexicano al lamentarse de esta manera: “Pobre México y pobre Latinoamérica, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Pero lo más triste es que a estas alturas de la civilización, aún hay mentalidades ovejunas que se tragan ese cuento de que la potencia  arpía es paradigma que se arropa con la defensa de los derechos humanos, la democracia y la libertad.

LA INTEGRACIÓN INSULTADA

por Euclides Fuentes Arroyo
Hay lacras en el Parlacen/ dijo el señor Presidente/reiterándose oponente/ aludiendo a más de cien.
Fue sin querer queriendo/ que a varios descalificó/ sin rubor los deshonró/tácitamente ofendiendo.
En ese foro del Parlacen/ estuvo doña Mireya/ aunque ahora se querella/a Mayin incluyó también.
Como todo en esta vida/Nada y nadie es perfecto/juzgo que no es correcto/decir que son gente perdida.
Tenemos hombres honestos/orgullo de esta nación/patriotas sin discusión/con los timbales bien puestos.
Alvaro Menéndez Franco/el panameño ejemplar/su verbo deja escuchar/ e impreso en negro y blanco.
Es censurable hablar así/con ánimo deslenguado/en tono desenfadado/el irrespeto porque sí.
Qué lástima señores/responder sin meditar/ el  frecuente patinar/ y trastocar los valores.
Una palabra mal dicha/equivalente a injusticia/mala intención o malicia/promotora de desdicha.
Desagravio se merecen/los hermanos insultados/del poder vilipendiados/ante éste ya se crecen.