miércoles, 28 de noviembre de 2012

UNGENIO QUIERE SER PRESIDENTE

 
UNGENIO QUIERE  SER PRESIDENTE

Ungenio, el de Condorito/ quiere ser presidente/ subestimando a la gente/ ya se siente favorito/
La magia de la televisión/ será  el medio indicado/ para lograr resultado/ del electorado idiotón.
Si alcanzó el estrellato/ Unagenia sin cultura/ falseando ,pues, su figura/ pretende ganar mandato.
Paternidad irresponsable/no lo afecta ni un segundo/ pues lo sabe todo el mundo/ de ese caso condenable.
Que carece de educación/ elemental para el cargo/ es sin duda trago amargo/ vergüenza de la nación.
Asume al pueblo pendejo/ que ya sentó precedente/ votando al inclemente,/ trasero que pide rejo
Y tendrá como rival/ una persona traidora/ muy servil y engañadora/ de trayectoria fatal.
Ungenio aspira a la silla/ para que la ignorancia/ rebase a la sapiencia/ con patán de pacotilla
Desdeña al intelectual/ a todo el hombre pensante/ que siempre marcha adelante/ con su honestidad virtual.
Insultante pretensión/ irrespetuosa escalada/cuyo valor es la nada/ cinismo sin parangón.
Mejor pasar agachado/ vendiendo cuchillo fino/ bebiendo cerveza y vino/ se sabe peón utilizado.
Advierte ya la conciencia/ no te dejes sorprender/ ya no te puede
joder/ toda la falsa apariencia. 
Euclides Fuentes Arroyo, ced. 7-44-677. 6 de agosto de 2,012.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Pretensiones de la burguesía panameña.






Según Milton Henriquez la oposición panameña tiene que calcar la
estrategia de la burguesía venezolana que se opone a Hugo Chávez.

Por eso recomienda a un asesor utilizado sin éxito en las últimas
elecciones del hermano país sudamericano.Referente divorciado de los
intereses de las mayorías populares. Este "expoerto" no ha
conseguido cosechar triunfo alguno en más de una docena de elecciones
convocadas por el triunfante líder de la Revolución Bolivariana. Por
otra parte la burguesía panameña nos presenta a un Alberto Alemán
Zubieta, otra de sus fichas, que no es otra cosa que una versión
corregida, aumentada y mediáticamente maquillada de Ricardo
Martinelli. Más de la misma oligarquía que desde los tiempos de la
invasión para acá, goza de las construcciones de calles, carreteras y
otras obras públicas estatales.que le han sumado muchísimos millones.
Sólo cambian los rostros, pero las intenciones son idénticas en cuanto
a la avaricia de los que mientras más dinero tienen, más riquezas
quieren, como si al morir las llevarán consigo.


jueves, 15 de noviembre de 2012

Movimiento Ciudadano por el Fortalecimiento de la Identidad Panameña




15 de Noviembre de 2012.


Presentación

Ana Elena Porras


 Conferencia de Prensa

Movimiento Ciudadano por el Fortalecimiento de la Identidad Panameña.




 ¡Buenos días! gracias por haber respondido, esta mañana, al grito de
auxilio ciudadano por la defensa y fortalecimiento de la memoria
histórica y la identidad nacional de Panamá. Por su espontánea
respuesta, el Movimiento Ciudadano por el Fortalecimiento de la
Identidad Panameña nace el día de hoy, dando su rostro a la luz
pública por primera vez. Y escogimos este mes de noviembre, porque es
el mejor signo en el calendario de la nacionalidad panameña, para
inspirarnos en los principios de la libertad y la renovación de esta
nación multicultural, en su búsqueda histórica por consolidar la
soberanía del Estado de Panamá, sobre la base de la soberanía popular.



Estamos aquí, los firmantes del Manifiesto de este movimiento
ciudadano, sin banderas políticas, con amor por la nación panameña,
por sus valores más entrañables y por nuestras herencias ancestrales.
Estamos pensando en nuestra juventud y en sus derechos a reconocerse
en nuestra historia, y en la diversa y rica identidad que nos
distingue, y que no permitiremos a nadie pisotear, destruir ni
olvidar.



Por estas razones, y en nombre de este movimiento ciudadano, proclamamos que:

Panamá no está sola



Llegó el día de desmentir ese falso discurso que repite hasta el
cansancio que a los panameños y panameñas no nos importa con nuestra
cultura ni con nuestra historia, y que carecemos de identidad
nacional. Insiste en hacernos creer que todos somos corruptos.

¿Qué es la identidad nacional? Es el nombre, el territorio, la
memoria, los valores compartidos y la personalidad cultural de nuestro
pueblo, que es diverso y multicultural. De la identidad nacional
depende nuestro sentido de pertenencia, cohesión social, solidaridad y
también nuestra dignidad colectiva. Ella es la fuente de nuestra
fuerza moral nacional: como el aire para respirar y el agua para
beber.

Y…la historia ¿para qué? Si nos borran la memoria histórica,
perderemos conciencia de quiénes somos, de nuestros orígenes, de
nuestros logros y fracasos, avances y retrocesos. El olvido de la
historia impedirá que aprendamos a superarnos y a identificar las
raíces, el tronco y las ramas de la desigualdad en nuestra sociedad.
Para perpetuarla… y porque sin memoria histórica ni identidad nacional
perderemos la solidaridad que nos hermana, para hacernos más
solitarios, débiles y vulnerables a la opresión.

Nuestra historia es la historia de la colonización. Y este largo
recorrido de casi 500 años, caracterizado por esa relación de poder
tan desigual como injusto del imperio y la colonia, ha compartido un
mismo discurso: el de incluir a Panamá y a los panameños en la zona
del no ser, en esa mentalidad de la identidad negativa, para poder
extraer nuestras riquezas, discriminar a nuestra gente, saquear
nuestras ciudades históricas --sin cargo de consciencia ni censura
moral. Y para lograrlo, los panameños que ayudan a perpetuar la
colonización original hispánica y la neocolonización, lo hacen por
medio de una colonización interna, con el mismo racismo, concentración
de la riqueza y destrucción de la identidad nacional y multicultural
de las comunidades panameñas.

Hoy, Panamá conquista un crecimiento económico nunca antes alcanzado
gracias a la nacionalización del Canal, como polo de nuestra economía
de servicios, un logro de generaciones de panameños que sí apostaron
por la soberanía nacional. Este logro económico, sin embargo, viene
de la mano con desigualdades y exclusiones, debido a un mercantilismo
sobredimensionado, con desmantelamiento de la memoria histórica. La
política por el olvido de nuestra historia y por la destrucción de la
identidad panameña se manifiesta a través de la eliminación de autores
íconos de la nacionalidad panameña de las lecturas escolares, de la
disminución de horas en el estudio de la historia de Panamá, y con la
eliminación del curso de la historia de las relaciones de Panamá y
Estados Unidos, cuyo tema es eje principal en la historia de la
nacionalidad panameña. También se extiende la política contra la
identidad nacional al desplazamiento de la educación cívica, de la
geografía y de los valores éticos. En su insaciable sed de destrucción
de la identidad nacional, para vendernos o comprarnos, nuestros
políticos vienen condenando al abandono y destrucción a nuestro
patrimonio histórico y cultural (basta asomarse a lo que queda de
nuestros museos, archivos parroquiales, ciudades históricas –Panamá
Viejo y Casco Antiguo, Camino de Cruces, Portobelo, San Lorenzo,
Colón— y pueblos vernaculares). Este avasallamiento no es incoherente,
si se le ve en conjunto, sino que forma parte de una estrategia de
codicia del poder personalizado y autocrático: sin memoria histórica
ni identidad nacional, los depredadores nos desintegran y
desorganizan, nos debilitan emocionalmente, destruyen nuestra
conciencia de valía social, nuestra cohesión nacional y autoestima
humana. Con estos resultados, piensan, podrán someternos eficazmente y
vender (y también comprar) nuestros espacios públicos, eliminar
nuestros parques, plazas, ríos y montañas, territorio nacional, y
apropiárselos. Sus planes contemplan el desarrollo humano de las
comarcas ni de las comunidades rurales, como tampoco las necesidades y
anhelos del pueblo panameño en las ciudades, para otros fines que no
sean los de mercantilizar nuestro patrimonio, porque imaginan que
somos ignorantes, maleantes y estúpidos. Porque nos desprecian como si
fuéramos seres inferiores, no merecedores de respeto ni derechos.

El Movimiento Ciudadano por el Fortalecimiento de la Identidad
Panameña es una respuesta de la ciudadanía: somos un movimiento
cívico, sin compromisos partidistas, que organiza a nuestra agrupación
en torno a nuestra memoria colectiva y la identidad nacional. Incluye
con equidad a todas las identidades culturales, regionales, de clase,
color y género de Panamá. Por encima de nuestras diferencias, nos une
un sentimiento de hermandad entre panameños, de amor por Panamá y la
indignación compartida, frente al desdén por nuestra cultura y la
rapiña a nuestro patrimonio nacional.

Hoy les decimos a esos políticos que traicionan a sus electores y a
nuestro pueblo que no queremos limosnas, ni su circo, sino que
reclamamos nuestros derechos y exigimos justicia. Que no somos
maleantes, estúpidos ni ignorantes. Y que éste es el día en que nace
la resistencia nacional, en defensa de nuestra memoria e identidad
nacional; haremos propuestas educativas y culturales cónsonas con la
voluntad popular y los retos del futuro.

Proclamamos la soberanía popular y la participación ciudadana en las
decisiones concernientes a nuestra educación y desarrollo cultural de
nuestra nación; les decimos a nuestros gobernantes y connacionales que
llegó el momento de construir nuestra identidad renovada,
multicultural, equitativa y sostenible: la identidad panameña del
siglo XXI, en un marco de participación ciudadana, que nos garantice
armonía social con desarrollo humano y cultura de paz.

Amigos, les doy la más efusiva bienvenida a esta conferencia de
prensa, haciendo un llamado desesperado, un grito de alerta: la nación
panameña está en cuidados intensivos ¡pero Panamá no está sola!

 Muchas gracias.