Ni chicha ni limonada/ ha resultado el pregón/ que repitió a ritmo cansón/y saturó la mascarada.
Fueron cuentos de camino/para ingenuos embaucar/ y vulgarmente engañar/ al gobernar con desatino.
Sólo promesas sin cumplir/ manejos sin transparencia/ nepotismo y complacencia/ de la enajenación presumir.
Auparon la ilegalidad/ Constitución letra muerta/ Oye, panameño, despierta! /hay abuso de autoridad.
Predomina la imposición/ de leyes sin consultar/ no vale clamor popular/ ni de la iglesia su opinión.
Hoy la asamblea sometida/ arrodillada la “justicia”/ hay inseguridad y sevicia/ y mucha gente arrepentida.
Anda mal la educación/ y no se diga del Seguro/más basura sin aire puro/ malos y ratas por montón.
Los asesinos del volante/ impunemente han burlado/al ciudadano ultrajado/con lenidad galopante.
Ni cambio, ni democrático/ es el saldo de lo anunciado/ del sistema desquiciado/ con su cariz autocrático.
La tiranía en escalada/ lo que existe es retroceso/ porque ya nadie cree en eso; / ni chicha, ni limonada.