jueves, 10 de enero de 2013





A PROPÓSITO DEL 9 DE ENERO


    El Dr. Julio Yao ha reenviado el texto de un ensayo que titula Dos fechas y un significado: 9 de enero y 20 de diciembre, en donde establece el símil de ambas agresiones que se agregan a la historia de los abusos cometidos por el imperio estadounidense contra el inerme pueblo panameño.
   De cara a la vergonzante actitud del gobierno actual, un torrente de voces patrióticas se alzan para condenar la genuflexa intentona de borrar la memoria histórica de los hechos más sobresalientes en las luchas generacionales de mujeres y hombres de nuestra nación por consolidar su identidad.
   Como estamos empeñados en rescatar piezas de nuestro acontecer, que quieren ser borradas por aquellas mentalidades anexionistas que en 1964 calificaron con denuestos peyorativos la jornada protagonizada por los institutores y luego en 1989 pidieron, justificaron y aplaudieron la invasión, llegando al extremo algunos, de denunciar a los ciudadanos que condenaron el genocidio, logrando que fueran arrestados por la soldadesca yanqui, es bueno reproducir fragmentos de  autores que como José de Jesús Martínez consignaron para la posteridad estos crímenes de lesa humanidad.
    El fragmento está contenido en la edición extraordinaria de la revista Lotería, La invasión de Panamá, III Al día siguiente, (paginas 393 y siguientes):
     “El terror funciona bien, y el ejército yanqui lo ha puesto a funcionar en Panamá. Nos han querido dejar castrados para los próximos 20 años, 10 mas del que necesitan para poder quedarse enquistados en nuestro territorio durante todo el próximo siglo. Nos han chupado el tuétano de la combatividad. Nos han aterrorizado. Pero si no comenzamos por reconocerlo, no vamos a recuperarnos “nunca jamás”, como explícitamente lo que quiere la oligarquía. Claro, a ella qué va a doler, si desde hace rato ya está castrada. Además, ni falta le hace lo que le han cortado.”