A PROPÓSITO
DEL 9 DE ENERO
El Dr. Julio Yao ha reenviado el texto de
un ensayo que titula Dos fechas y un significado: 9 de enero y 20 de diciembre,
en donde establece el símil de ambas agresiones que se agregan a la historia de
los abusos cometidos por el imperio estadounidense contra el inerme pueblo
panameño.
De cara a la vergonzante actitud del
gobierno actual, un torrente de voces patrióticas se alzan para condenar la
genuflexa intentona de borrar la memoria histórica de los hechos más
sobresalientes en las luchas generacionales de mujeres y hombres de nuestra
nación por consolidar su identidad.
Como estamos empeñados en rescatar piezas de
nuestro acontecer, que quieren ser borradas por aquellas mentalidades
anexionistas que en 1964 calificaron con denuestos peyorativos la jornada
protagonizada por los institutores y luego en 1989 pidieron, justificaron y
aplaudieron la invasión, llegando al extremo algunos, de denunciar a los
ciudadanos que condenaron el genocidio, logrando que fueran arrestados por la
soldadesca yanqui, es bueno reproducir fragmentos de autores que como José de Jesús Martínez
consignaron para la posteridad estos crímenes de lesa humanidad.
El fragmento está contenido en la edición
extraordinaria de la revista Lotería, La invasión de Panamá, III Al día
siguiente, (paginas 393 y siguientes):
“El terror funciona bien, y el ejército
yanqui lo ha puesto a funcionar en Panamá. Nos han querido dejar castrados para
los próximos 20 años, 10 mas del que necesitan para poder quedarse enquistados
en nuestro territorio durante todo el próximo siglo. Nos han chupado el tuétano
de la combatividad. Nos han
aterrorizado. Pero si no comenzamos por reconocerlo, no vamos a recuperarnos
“nunca jamás”, como explícitamente lo que quiere la oligarquía. Claro, a ella
qué va a doler, si desde hace rato ya está castrada. Además, ni falta le hace
lo que le han cortado.”