"este artículo fue publicado por La Estrella de Panamá, el martes 24 de septiembre de 2,013".
por Euclides Fuentes Arroyo
Septiembre es quizás el más marcado de la
historia contemporánea. Registra grandezas y miserias .En lo personal es el mes
del natalicio de seres bien amados como mi compañera al borde del medio siglo ,así
como de hermanos que, aunque no de sangre, son amigos excepcionales dignos del
rango de familiaridad..
El siete se produjo el indiscutible
galardón reivindicativo de nuestra soberanía, gracias a la voluntad patriótica
del Comandante Omar Torrijos Herrera, que interpretó el mandato generacional,
y, quien justamente en este mes, se eleva a niveles inconmensurables de no
haber entrado físicamente, buscando protagonismo en el área canalera, sino en la
historia. ..
Algunos detractores en su cariño por el neocolonialismo
llegan a empantanarse en el servilismo hacia los genocidas que, desde el
lanzamiento de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, vienen acumulando
crímenes que los despojan de autoridad moral para erigirse en defensores de la
humanidad, apelando a la mentira de que son una democracia que lucha por la
libertad, cuando en sus mismas entrañas coartan el derecho a vivir, sin espionaje
del gobierno.
El
once se conmemora también un acto criminal deleznable, que algunos
estadounidenses califican de auto atentado porque fue ejecutado por Al Quaeda,
cuyos líderes fueron apoyados y protegidos para que escaparan. Tamaña
contradicción que, cabalmente, en este mes el Presidente Obama está aliándose
al ejecutor de la masacre, con su paranoica obsesión de arrasar, no con el mandatario
sirio sino con todo un pueblo que no tiene petróleo y que es víctima, como dice
el Papa Francisco, del inhumano e ilegal negocio del tráfico de armas, que es
superior al multimillonario trasiego de drogas en que Estados Unidos es el
primer consumidor.
Estas realidades no parecen importarle a
quienes censuran que el Comandante Omar haya suscrito el tratado que le
devolvió dignidad y soberanía al pueblo panameño, tras soportar el escarnio de
tantos gobiernos serviles que, por proteger sus mezquinos intereses, se
sometieron al vasallaje imperial. Como si Washington respetara el derecho
internacional o los tratados que firman. .Ninguna cláusula vale nada para ellos
y peca de ingenuo quien cree en la buena fe de los gringos. Tratan de confundir
a la opinión pública con un argumento que evade la realidad de una fuerza no
sólo militar, sino que cuenta con aliados cómplices a nivel del planeta, como
los gobiernos europeos y las potencias que controlan la fabricación y comercialización,
legal e ilegal, de las guerras fratricidas que siembran por el mundo.
Y un once de septiembre, se produjo el
golpe de estado contra el gobierno constitucionalmente elegido en 1973 por el
pueblo de Chile. Quien derrocó a Salvador Allende? Fue la CIA, el régimen
norteamericano que ha ejecutado genocidios en Panamá y otros puntos del globo. No
tienen el menor respeto por la humanidad, Incluso, les vale un pepino el apoyo
de sus aliados a quienes humillan espiándolos porque saben que, por sus
ambiciones económicas, se inclinan ante el poderoso proclamando su carencia de
autoestima y dignidad. Allí está la Francia de la Toma de la Bastilla, cuyo
gobierno hoy no se atreve a erguirse virilmente ante el intolerable abuso de
una maquinaria de muerte, guerras y dolor de seres inocentes, tirando por la
borda todos los principios de libertad, justicia e igualdad.
Estados Unidos utilizó a la extrema
derecha chilena, al ejército cuyo comandante Augusto Pinochet fue nombrado por
Allende quien, inocentemente, aceptó la recomendación del General Pratts, que
después fue asesinado por órdenes del tirano. El canal de Chile TV, este 9 de
septiembre, en un Informe Especial, hace un recuento del golpe y sus secuelas,
nos retrata algunas similitudes del déspota asesino que martirizó a los
hermanos chilenos, con el lenguaje utilizado por quien en este país, asume las
mismas características autoritarias que el émulo de Satanás le inyectó a la
epidermis chilena.,
El testimonio de los variados personajes,
unos favoritos de Pinochet, y otros víctimas de la dictadura, dejan claro, entre otras cosas, que el sátrapa
era un oficial sin cultura, vulgar, mal educado e ignorante. Las grabaciones en
que da órdenes a sus subalternos en los momentos de la ejecución criminal
contra los chilenos, lo retratan de cuerpo entero: "Estos mugrientos",
calificaba a los patriotas que se inmolaban en la resistencia. Un oficial
declaró que cuando a través de un edecán le ofreció un avión para salir del
país, estando el Presidente en La Moneda dispuesto a morir, el tirano le dijo
que lo trepara al aparato y que luego "el avión podría caerse", lo
que cínicamente revela que su intención era, no facilitarle una salida, sino
asesinarlo. Hasta donde llegó la maldad de Pinochet contra un hombre dispuesto
al sacrificio personal que al expresarle el edecán del Presidente mártir que
estaba dispuesto a dispararse la última bala de su arma, le ripostó groseramente:"ese
no se atreve a dispararse ni una bala de goma". A fin de cuentas Allende,
ahora no se sabe, si logró dispararse o simplemente fue ultimado por uno de los
esbirros del sátrapa..Y es que tuvo el coraje de cumplir su juramento como todo
un varón, Mientras Pinochet tuvo que pagar cárcel por ladrón denunciado por
esos mismos que lo endiosaron. Que los cipayos de nuestro país, se miren en ese
espejo.
Si la energía que emplean al odiar un logro
reivindicativo de la dignidad nacional la utilizaran en denunciar las tropelías
que sigue ensayando el imperio para retrotraernos a la etapa de mísera colonia
yanqui, los mártires del pueblo se lo agradecerían-
Euclides Fuentes Arroyo, 10 de septiembre
de 2,013, Ced. 7-44-677.