martes, 22 de marzo de 2011

EL TERCER JINETE


Dr. Hector O. Rivera,
Psiquiatra
(Apocalipsis 6:5-6)...”Ven y mira.  Y miré, y he aquí un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en la mano”.  “Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía:  Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.  La balanza se usa para pesar el alimento ante el hambre y la escasez y así calcular su precio.  Una libra de trigo es suficiente para una persona, pero no para una familia.  Un denario era el sueldo de 1 día de trabajo.  La cebada es la comida para los pobres.  Los alimentos de lujo (trigo, el aceite y el vino) no serán dañados con el aumento de precio.  La hambruna crea inestabilidad política, es la secuela de la guerra.  Se describe la situación actual entre el mundo occidental y el tercer mundo, unos pocos controlan el acceso a los excesivos alimentos de lujo (trigo, aceite y vino) dejando injusticia, hambre y escasez por altos costos de los alimentos para la gran mayoría de los pobres (la cebada es la comida de los pobres).

Para 1998 la producción mundial de trigo fue aproximadamente 588 millones de toneladas.  China fue el principal productor con 110 millones.  Recientemente China dejó de exportar trigo y pasó a convertirse en importador.  El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ante el aumento de un 29% en los precios mundiales de los alimentos durante el último año, solicitó con urgencia a los líderes del G- 20, durante la recién reunión celebrada en París, que consideren el tema de los alimentos como fundamental para el equilibrio de la paz mundial.   El trigo ha duplicado (100%) su precio en 6 meses, el maíz un 73% y la azúcar un 20%.  Esto ha resultado en un aumento a 44 millones de personas que viven en la miseria de la hambruna.  Gastan casi todo su ingreso en alimentos.  Cada 6 segundos muere un niño por hambre.  Entre las causas de esta crisis alimentaria (encarecimiento y escasez  por mala distribución) se señala que; 1) más de la mitad de la producción de granos (cereales) es para biocombustibles y pienso para ganado(carne, alimento de lujo); 2) el explosivo aumento poblacional (en 40 años, de 1960-2000, pasó de 3,000 millones a 6,000 millones) y aumentó en densidad (emigración masiva rural, creando cinturones de pobreza y hambre en las ciudades; 3) la especulación, buscando maximizar ganancias; 4) los cambios climáticos tan drásticos (sequías, inundaciones, etc.) y se añade 5) el aumento del precio del petróleo que incrementó los gastos de producción, transporte e insumos (fertilizantes, plaguicidas).  Los gigantescos oligopolios del “agribusiness” en su desmedida especulación han convertido el Derecho a la Alimentación (Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948) en el lucrativo y gran“ negocio del hambre”.  La “Revolución Verde”, en la década de los 60’s, desplazó a los pequeños y medianos agricultores, perdiéndose esta producción, destinada al consumo local y empobreciendo al sector campesino.  La agresiva tecnología, ha diezmado y contaminado los terrenos agrícolas y cuerpos de agua.

La crisis actual en Oriente Medio (países árabes), ha sido producida por la injusticia, miseria y hambruna llevando a que el pueblo se manifieste reclamando cambios  de sus gobiernos opresores a sistemas políticos  más justos y democráticos.  Este cuadro de situación no es exclusivo de los países árabes y se presenta alrededor de todo el tercer mundo y también en grandes sectores de los países industrializados

Vivimos en una isla tropical con excelentes terrenos agrícolas (Llanos del Sur, Valle de Lajas y muchos otros fértiles llanos costeros) que muy bien pueden producir grandes cantidades de alimento, sin embargo importamos alrededor del 75% de nuestro consumo, con altos costos en alza desmedida.   Nuestra economía se vería muy fortalecida si reducimos esa dependencia alimentaria del exterior al comprarle al productor local.  Fomentemos una prosperidad local más sólida disminuyendo al máximo la fuga de capital y así mejoraremos nuestra economía.  Debemos seleccionar aquellas áreas de producción que sean menos afectadas por la competencia depredadora del exterior.  Debemos identificar y reducir los problemas de dependencia.

            ¿Acaso no es mejor ocupar a nuestros confinados en una labor agrícola productiva y muy necesaria que ocuparlos lavando autos de las agencias gubernamentales? 

No olvidemos que de la agricultura surge la materia prima que es la base para la producción de múltiples productos industriales por lo que tiene un efecto multiplicador en la creación de empleos.  Un claro ejemplo, lo son los E.U.A.

El país que no produzca lo que necesita comer nunca podrá alcanzar su estabilidad.  Los aumentos en combustible, la especulación, las guerras y las crisis económicas, políticas y ambientales, pueden entorpecer ó interrumpir el acceso a los alimentos importados (75%).  En algún momento pueden surgir recortes a la subvención federal de alimentos.  Tenemos que impedir la visita de “El Tercer Jinete”.

En San Juan, Puerto Rico, 22 de febrero de 2011.