miércoles, 18 de diciembre de 2013

QUÉ HAY EN LA CABEZA DE LOS QUE DAÑAN LA NATURALEZA?

              
     Desde hace más de treinta años los científicos han estado advirtiendo los daños que se ocasionan al medio ambiente y en todos los pueblos del mundo esa advertencia cae en los oídos sordos de quienes detentan el poder. Los desastres naturales que ocasionan miles y miles de pérdidas humanas y perjuicios irreversibles a la naturaleza se incrementan por culpa de los que lucran con la destrucción del entorno ambiental.
    Los gobiernos de nuestros países parecieran estar en manos de gentes que dentro del cráneo en vez de materia cerebral, lo que tienen es materia fecal.  Vea no más que las organizaciones ambientalistas y sociales denuncian que proliferan la extinción de manglares que desmontan la protección de las costas, rellenan espacios robados al mar y levantan barriadas que engrosarán los bolsillos de gente adinerada que no sacia su hambruna de billetes aunque ello represente zozobra, inseguridad , dolor y muerte.
 Indígenas y campesinos que por siglos han vivido y trabajado en las tierras de sus antepasados son perseguidos, acosados y a punto de ser desalojados porque graciosamente la casta parasitaria que sostiene la política inhumana del despojo, aprueba concesiones mineras y de destrucción de ríos y vegetaciones para darle paso a hidroeléctricas que ni siquiera son capaces de dotar de energía a esas comunidades. Lo más grave es que si protestan el gobierno que ya contabiliza como “hazañas” represivas el asesinato de varios aborígenes, los hace víctimas de sus abusos. Hasta organismos de Naciones Unidas que se han involucrado en los reclamos de estos panameños, señalan que los estudios de impacto ambiental evidencian fallas notorias y aconsejaron la paralización de las obras. No obstante la voz absolutista del mandamás se jacta, dándose golpes de pecho, de que este país vive en democracia cuando ni siquiera ha consultado con los afectados, mucho menos escuchado su palabra.
 

     Ahora está  promocionándose aquí y en el exterior, otro proyecto similar en las orillas del canal, en áreas de Amador, con la complicidad de políticos panameños que se hacen los sordos y los mudos ante el clamor de la ciudadanía, consciente del mal que provocarán con fastuosos complejos de edificios para explotación comercial
     Los pueblos hermanos del Asia han sufrido las consecuencias de la factura  que han pasado los océanos al despojo de lo suyo. La tragedia vivida por Filipinas es la última prueba del requete zarandeado cambio climático provocado por los excesos del hombre en su afán destructivo del ambiente que nos proporcionó el Divino Creador.
     Documentales sobre el descongelamiento de los glaciares,  gráficas de la devastación de bosques por manos criminales  sobre millones de hectáreas y tantas otros ruegos por la protección del sistema ecológico no calan en la conciencia de quienes priorizan la consecución de dinero a costa de la sufrida humanidad.
      Estamos casi convencidos que los gobernantes de turno que permiten más que ninguna otra administración pública piensan que, a la hora de su muerte, se llevarán a la tumba las lujosas mansiones, las riquezas mal habidas y toda la bonanza que este crimen de lesa humanidad les proporciona.   Lógicamente ese es el mejor consejo que le suministran las neuronas putrefactas que habitan dentro de sus masas encefálicas.

Euclides Fuentes Arroyo.

Panamá 15 de Noviembre de 2,013 ed. 7-44-677