domingo, 28 de julio de 2013

PINOCHO NI PEGA MENTIRAS Y TAMPOCO COME PESCADO



Por Euclides Fuentes Arroyo

     A  Pinocho  le  puede crecer más la “naricita” porque desdeña  el famoso refrán que reza que “para pegar mentiras y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”. De  lo contrario puede atravesársele una espina en la garganta, de fatales consecuencias.
     Ya todo el mundo sabe que no tiene el menor rubor en falsear la realidad y nada mejor para ese fin que utilizar el medio audiovisual más conveniente para ese despropósito: la televisión.  La opinión pública frecuentemente es sorprendida por manifestaciones de descarado  cinismo como  que “su” gobierno es lo mejor que le ha ocurrido a este país, pues en toda la historia de  vida republicana, y sobre todo, en los últimos cuarenta años, aquí no se había hecho nada y  desde los albores del siglo pasado todos los gobernantes han sido una nulidad, pues ninguno tuvo la capacidad para administrar la cosa pública hasta que llegó al trono su majestad. 
     De manera que esta nación estaba enclavada en un desierto y ha sido, precisamente su gestión, la que ha aprovechado  los ríos existentes para dotar de agua potable a todos los rincones de la geografía calmando así la sed de la ciudadanía.  En las últimas cuatro décadas no había en Panamá  educación y por eso nos impuso una encargada en esa cartera cuya falta de idoneidad ha seguido el consejo de que es necesario borrar la historia, eliminar la cátedra de las relaciones de Panamá con los Estados Unidos, para perfeccionar la neo colonia que tanto añoran los anexionistas. Resucitando las teorías de Torquemada ha encendido la pira para dar fuego a los libros y prohibir  a los autores panameños que exaltan el aporte patriótico de varias generaciones y se ufana al reprimir la secular rebeldía  de la gloria institutora.
    En ese sentido el otorgamiento de becas y préstamos para que nuestra juventud pudiera superarse en  las universidades locales y del extranjero, fue una ilusión que no cumplieron los mandatarios que le antecedieron y que crearon el IFARHU. De repente nos anunciará, con fanfarria y todo, que descubrió la pólvora antes que los chinos y que su ministra es la inventora del capitalismo salvaje.
     En materia de salud jamás se había construido un hospital y en los pueblos del interior no sabían lo que eran  centros de salud, ni  acueductos rurales. El seguro social ahora es un mar de leche. No había medicinas, ni atención y ahora con la “transparente” administración de un sabio en negocios de computadoras no hay necesidad de que Eladio vuelva a tomarse las calles a demandar justicia para los pobres jubilados.
    El código de trabajo no existía y por eso otra desacertada nominación en el ministerio respectivo, engaveta los temas sindicales y la patronal pesa mucho desequilibrando la armonía entre empresarios y trabajadores. El décimo tercer mes no existió nunca, ese fue un cuento desde los tiempos de Omar y por eso a los funcionarios públicos a quienes le escamotearon  el mismo durante los años en que la anti patria pedía la invasión, no les van a pagar pues amenazan con utilizar el mismo método que usó Endara pagando con cheques fiscales que no valían un real y  dejando en la calle a miles de servidores públicos.
    Pero lo más grandioso de Pinocho es que esos administradores del pasado remoto y reciente, que lograron plasmar en blanco y negro la reivindicación de nuestros derechos soberanos sobre  la vía interoceánica, ahora le sirven para que de los millones que produce anualmente el tránsito de barcos por el canal, los aprovechen  sus camaradas de la planilla estatal, sus compinches en los proyectos que proliferan engordando  cuentas bancarias de los que entraron  a la papa muy ricos, y saldrán multimillonarios, como hipócritamente sugirieron antes de su ascenso, los mágicos asesores en el pícaro método de mentir a lo Pinocho, sin temor a suicidarse cuando se alimentan de los peces

     No  se dice, sin embargo, que el tal “crecimiento económico” no es más que una triste mascarada pues organismos internacionales llegan a la conclusión que este Panamá, inflado de propaganda, está en el segundo lugar, nada  menos y nada más, que detrás de Haití en el ranking de la peor distribución de la riqueza. De manera que cuando este globo se usa en foros del exterior para hacer alardes de bonanza, lo que se cae es en el ridículo internacional, motivo de mofa entre la gente seria

.   (Panamá 7 de julio de 2,013. Euclides Fuentes Arroyo, 7-44-677).