domingo, 17 de agosto de 2014

SEÑOR PRESIDENTE , PUEDE EL INTERÉS DE VARIAS FAMILIAS ATENTAR CONTRA AZUERO?

Por Euclides Fuentes Arroyo
Elevamos a la atención del Excelentísimo Señor Juan Carlos Varela, Presidente de la República, el clamor de  mujeres, ancianos, la niñez y los hombres de Herrera y Los Santos, por el crimen que contra la vida y la naturaleza en la región de Azuero, vienen perpetrando, desde hace varios años atrás, los intereses  y la avaricia e indolencia que  está denunciando  el diario La Prensa  desde el  pasado fin de julio y ha continuado en agosto con varios trabajos investigativos de la periodista Mary Triny  Zea.  En su valiente exposición se ha ilustrado con datos emanados de las autoridades respectivas, que dos familias vinculadas al ex mandatario recién defenestrado del poder por la voluntad popular, Martinelli y Virzi, son los beneficiarios de una leonina concesión que la burocracia de organismos gubernamentales diseñados para salvaguardar el medio ambiente,  otorgatron al amparo de otro de los tantos abusos cometidos por quienes asumieron que la geografía panameña era una finca privada donde pueden hacer y deshacer a su antojo.
La ciudadanía, en todos los rincones del país, ha expresado sus expectativas porque la nueva administración cumpla su promesa  de enmendar los entuertos que, como nefasta herencia, dejó el último inquilino de Palacio, irresponsable inventor de oligopolios.  Pero paradójicamente es en la región de donde es oriundo el jefe de Estado, en donde salen a relucir las criminales consecuencias de negocios depredadores del medio ambiente que colocan al borde de la tragedia la coexistencia de miles de ciudadanos residentes en las zonas afectadas.
Los desastres ocasionados a las tierras y bosques por la minería en Cerro Quema y La Pitaloza no son hechos recientes, sino harto conocidos desde el momento mismo en que se otorgó la  concesión, pues el Frente Santeño contra la Minería, encabezado por  honestos profesionales ha  divulgado  dicha felonía. Más recientemente, plaguicidas prohibidos en otras latitudes empleados por una empresa ligada a la inconstitucional trapisonda ordenada por el empresario presidente promotor del etanol obligatorio en la gasolina de todos los vehículos a motor para engordar las cuentas bancarias de sus familias, produjeron la crisis del agua potable en el río La Villa.  Lo más grave es, señores del gobierno, que la sociedad no deriva utilidades de estos proyectos, pues los dueños del negocio se llevan millones de dólares  y  lo que pagan en impuestos equivale  a media docena de cascaritas de huevos. Peor aún no generan beneficio alguno para los moradores de las áreas devastadas, todo lo contrario, se trata de algo que causa más males que bienes y eso lo corrobora la realidad que se observa en todas partes del continente en donde hay minería y cultivos de etanol.
El interés social está por encima del individual, es decir, las ganancias que se procuran elementos sin conciencia que no se detienen ante los daños y perjuicio s que causan a sus congéneres.  En sus manos está pues, Señor Presidente, detener a tiempo esta nueva modalidad de genocidio y destrucción de la naturaleza,  de la cual los únicos gananciosos son los niños mimados de las familias denunciadas por el diario mencionado.  La esperanza es lo último que se pierde, dicen nuestros abuelos. Ojalá no nos defraude, señor Presidente.
Panamá 3 de agosto de 2,014. Euclides Fuentes Arroyo, ced.7-44-677 (texto corregido del original enviado con fecha del pasado mes de julio).