jueves, 27 de enero de 2011

ELADIO PRESIDENTE


Por GEAM
Creo que estoy al borde de la locura, no por inscribirme en la vieja sección de los orates del vetusto hospital Matías Hernández, sino para impulsar la candidatura del fatigoso dirigente de los jubilados, don Eladio Fernández. 
Entre los candidatos presidenciales de la Alianza de Gobierno, o sea de  los Locos, no votaría por Martinelli, aunque las encuestadora Dichter & Neira, crea que nos está volviendo locos y nos tome de  bobos, creyendo que nos estamos tragando el cuento de sus distorsionadas encuestas,  realizadas a la medida de las pretensiones reeleccionista del mandamás de la locura
Las cornadas  del trastornado “búfalo”, no lograron otra cosa que no fuera debilitar  los cimientos de la enclenque alianza y,  que al retirar su reforma constitucional nos arrebató la oportunidad de   medir la baja popularidad de que goza el ilustre mandatario. Así hubiésemos podido apreciar lo tanto que el pueblo lo quiere y la seriedad de la encuestadora de marras.
El partido del viejo caudillo del partido de los “ñames”,  está a merced de los locos, con tan buena suerte que quien lo preside no está loco, pero el loco, cariñosamente lo llama el burro y el obedece, no sé,  si es por lo que hace o por lo que carga a cuestas de su corpulenta fisonomía o por su incapacidad para atender los deberes que le impone el alto cargo de Canciller de la República
Prefiero a “Eladio Presidente aunque no le guste a la gente”, porque ha negociado la canasta de los jubilados, por su tonta vanidad y porque se ha ganado el respeto de  tongolandia, increíblemente, anuncia previamente  la fecha, hora y lugar   e invita a los asociados    al cierre de  calles,   convierte a la Poli en  mirones de palo y arma un tamborito con cocina’o  y todo.  Mimado de las televisoras y de los diarios parlantes, goza de licencia para  insultar a quien le venga en gana, a ciencia y paciencia del Loco mayor.   Ha sometido a los partidos políticos al desequilibrio económico, ¡adiós al subsidio!, no hay duda que ha realizado un excelente y combinado trabajo con el director de la locura, toda vez que le ha arrebatado los honorarios a los eternos pelechadores de los colectivos políticos
Me cautiva Eladio  y sus protestas por no demostrar su desacuerdo con la utilización del fondo de jubilación, que irónicamente custodia la Inseguridad Social.  Mil 200 Millones de rúcanos   para los mafiosos Mejicanos por   la compra  de los viejos  mal llamados Corredores carrañosos Norte y Sur, que ya no son corredores, sino una calle cualquiera. No creo que los seguidores de Eladio, ni yo tampoco, logremos ver a los artífices promotores de esta gran estafa  metidos y achicharronados, como es el nuevo estilo, en los modernos centros penitenciarios que para esos efectos construye el “gobierno nacional”,
Me gusta Eladio para Presidente, por su programa de gobierno  porque ha prometido cambiar la Constitución, cerrar la Asamblea de Diputados y eliminar la Corte Suprema con todo lo que hay adentro.
Votaré con Eladio porque le ha ganado la partida a Genaro López y a la gente de Frenadeso;  para Eladio no es necesario la consulta ciudadana, los engorrosos Congresos, Directorios ni inscripción de adherentes;  y es que Eladio  no quiere ser Presidente. ¡Es el pueblo!, ese mismo pueblo que votó por la locura, es el que lo aclama, su campaña está dirigida a elevar la locura al grado de la demencia, más allá  de la bipolaridad que asedia  a quien nos manda y nos ultraja.
Lo que básicamente me chifla y me hace perder la razón,  que el nuevo  partido tendrá una bandera un poco más celeste que la del CD, casi azul y en uno de sus recuadros un pirata    en el centro un esqueleto con una   boina  sobre la calva, al mejor estilo del guapachoso desaparecido Rolando Lasserie   con un subliminal mensaje a la nueva Embajadora norteña. “Dementes sin pinchazos ni traiciones”.   Finalmente,  votaré con “Eladio para Presidente aunque no le guste a la gente”, porque prefiero un loco pacifico antes que un loco arrogante y pinchador. Con un Chiflado así, Votaré con Eladio aunque no le guste a la gente.