Pese al auge que la abundante promoción televisiva otorga en nuestro país al fútbol, cada verano el beisbol, tanto en la categoría juvenil como mayor, ratifica que es el preferido de la afición panameña. Esto lo puede corroborar el entusiasmo que despierta, en cada provincia en donde noche a noche, o tarde a tarde, se disputan partidos. Ante esta realidad hay inclinarse ante Su Majestad, la pelota chica.
Vale entonces el reconocimiento a los años que tiene la Federación Panameña de Beisbol Aficionado, de estar organizando y promoviendo ese deporte, sorteando los obstáculos que abundan en nuestros países subdesarrollados, que dependen de la caprichosa voluntad de las autoridades que deben brindar apoyo a la actividad física y educativa. El beis, tradicionalmente, desde la década del 30 para acá, de acuerdo con los anales históricos, siempre ha sido beligerante y le ha brindado satisfacciones al pueblo que lo prefiere por su desempeño en eventos internacionales.
Valga la ocasión en que la gestión del ex dirigente de esa disciplina Eduardo De Bello, ahora como miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Beisbol (IBAF), ha fructificado la intención gubernamental de lograr la consecución del próximo Campeonato Mundial de 2,011, para consignar el reconocimiento de toda la familia deportiva que sabrá apoyar con entusiasmo a los organizadores de este importante certamen, de modo que Panamá pueda reiterar su capacidad y experiencia en la presentación de espectáculos de elevada magnitud.
El campeonato juvenil está en su fase terminal y se aproxima el nacional mayor. Nuestros peloteros han ido progresando en los últimos tiempos en virtud del trabajo que se realiza en las distintas provincias contando para ello con entrenadores panameños y cubanos. La radio y televisión que cubre la pelota, nos habla de técnicos isleños que van y vienen dejando el producto de su experiencia en la orientación de los jugadores que se están formando. En pasado reciente figuras de trayectoria en el beis cubano como Alfonso Urquiola, Germán Mesa y otros que alargarían el listado. Hoy ellos han retornado a su patria para dirigir a novenas que dirimen en estos días la 50ª serie nacional. Ahora en Los Santos cuentan con una verdadera estrella monticular como Rogelio García; y Colón, siempre productor de buenos peloteros, pero que en años recientes ha decaído, tiene entre sus instructores a un hombre de bien ganada fama como Rey Vicente Anglada. Todo esto nos llena de confianza en que los días que nos quedan, hasta la llegada del Mundial que contará con la presencia de más de una veintena de países,se colmarán las expectativas de un pueblo que sabe que el pasatiempo de las bolas y los strikes es, Su Majestad el Beisbol.
