jueves, 26 de enero de 2012


I

NVITACION A LA PEREZA INTELECTUAL
                                                             por Euclides Fuentes Arroyo
     Recibo a veces  las críticas que me formulan lectores de la página que publico a través de internet, en el sentido de que les resultan "muy largos" algunos de mis artículos. En la mayoría de los casos acepto que quizás tienen razón porque, en el mundo acelerado en que vivimos, mucha gente deja de leer periódicos de tamaño standard al preferir la brevedad de los tabloides; por ello ese formato se adoptó en la mayoría de los países desde mediados del siglo pasado.
     Admito como bien intencionadas las mismas, pero al mismo tiempo reconocemos que la prisa es el compañero inseparable de los humanos que vivimos en estos tiempos. Si la vía cibernética y los otros adelantos de la tecnología actual han aprisionado al extremo, a hombres y mujeres que no se separan de las computadoras, y hasta el apetito sexual pierden por estar apegados al chateo de sus celulares black-berry, negarle a los que mantienen avidez por conocer el mundo de luces que les ofrecen estos medios, sería algo así como una invitación a la pereza intelectual.
     Cuando escribimos un artículo que sobrepasa los límites que imponen los diarios para las colaboraciones, entonces la alternativa es insertarlo en los blogs para que aquellos, que no soportan más de cuatro líneas, tengan la opción de leerlo o ignorarlo. Cuando interesan los conocimientos históricos, sociales, científicos, económicos, políticos o de cualquier otra disciplina, siempre habrá quien encuentre el espacio temporal para introducirse en el tema o simplemente, desestimarlo.
     Las preocupaciones de los habitantes de un universo, que cada día ve más cercano el final de su existencia, por el desacato de todas las advertencias que durante muchísimos años señalan los científicos por la destrucción que de su entorno realiza - incontenible e irresponsablemente- el mismo hombre, obligan a profundizar en el conocimiento de esta realidad. Desde el punto de vista de la historia, no pueden soslayarse hechos que deliberadamente se ocultan a los pueblos por quienes premunidos de su control del poder mediático la han escrito a su modo y conveniencia.
     Lo cierto que la tesis sobre la brevedad de los escritos, como regla general no es aceptable cuando vemos que en sitios como Rebelión y otros, que profundizan en los temas candentes de la actualidad, se les da cabida a sesudos trabajos de expertos en la problemática social que aquejan a la gente humilde en todas partes y que son tratados con una óptica sinceramente humanista. No puede ser que mientras niños, mujeres, adultos y ancianos padecen los rigores de la injusticia social guardemos silencio frente al desprecio, los abusos y la explotación de esta hermandad por parte de quienes ven en ella caldo de cultivo para su codicia a través del prisma del comercio despiadado y brutal donde la alimentación, la salud, la educación y hasta la información se manejan con criterio despiadadamente comercial.
    Si la gente que escribe se ciñera a los criterios de la publicidad, dirigida al consumidor para que no sea un ente pensante sino un cliente, esclavo de esa parte de la sociedad que vive de la explotación de las frivolidades y debilidades humanas, ya hubiesen dejado de leerse las grandes obras literarias surgidas de las mentes de insignes pensadores. Afortunadamente mi formación periodística, adquirida desde que muy joven ingresé a la profesión, me educó en la capacidad de síntesis que demanda del periodista, la radio, televisión y prensa escrita en donde se adapta uno al formato del diario de gran tamaño, o a la reducida plana del rotativo de menor dimensión. Así las cosas dejo al libre albedrío de los editores las colaboraciones que envío, las cuales trato siempre de ajustarlas al espacio exigido, aunque a veces la excusa para no publicarlas sirva como  pretexto el asunto de su longitud. En todo caso esas limitaciones le dan un valor potencial a lo que se deja escrito para la posterioridad y, además, la posibilidad de que los interesados por un tema específico, puedan encontrarlo en internet con sólo introducirse en la página de euclidesfuentesarroyo.blogspot.com.
                                                            Panamá 17 de Noviembre de 2,011.