jueves, 9 de septiembre de 2010

A UN AÑO DE ÑAMERIA


De aquí a que Martinelli salga


tributos y recargos por doquier

el habla habrás de perder,

el caminar y hasta la nalga.

La clase pobre y la media

pagando están la inflación

todo el pueblo, ese montón

sufre la tragicomedia.

Se amenaza a trabajadores

no quieren más sindicatos

sino amarillos baratos

los serviles son mejores.

La huelga no será un derecho

ni buen salario una conquista

un pecado ser optimista

u hombre de pelo en pecho.

Código laboral le estorba

al régimen indolente

y enrarecido el ambiente

la avaricia se desborda.

Pretenden modificarlo

para perpetuar injusticias

contra un pueblo sin malicia

fácilmente doblegarlo.

Cuentan con una mayoría

de venales diputados

con criterios pignorados

desprovistos de hidalguía.

En la mira está el Seguro

la caja de la sociedad

en manos de la ansiedad

de un elemento impuro.

Cada obra que se anuncia

insinúa un negociado

sin transparencia acabado

que merece la denuncia.

El principio de soberanía

y dignidad nacional

en su fase Terminal

está en plena agonía.

Noticia sensacional

en diario tico divulgada

se cocinó en la embajada

con un regaño imperial.

Sin separación de poderes

continúa el nepotismo

pues todo sigue lo mismo

de los malos sus placeres.

Sucumbe el medio ambiente

con nefastas concesiones

la danza de los millones

la debacle se presiente.

De tanto arrebato fascista

no escapa ni la opinión

se censura al periodista

en la radio y televisión.

Para silenciar el grito

a la guapa Maribel

le anudaron el cordel

a Tapia, Castillero y Chito.

Esto apenas es el saldo

de un año de ñamería

la sensatez sí sabía

era indigno del respaldo.